El lobo en mi
Hace poco me diagnosticaron Lupus (lobo en latín), enfermedad autoinmune degenerativa, por supuesto cualquiera al recibir esta noticia podría incluso intentar contra su vida pues esta enfermedad es muy dura y el apoyo familiar es indispensable para salir adelante. Viajé al extranjero y me descartaron dicha enfermedad y otras que me habían mal diagnosticado. Creo firmemente que es un delito lanzar un diagnóstico de manera tan fría y peor aún recetar medicación correspondiente al mal diagnóstico y no a la verdadera enfermedad que se tiene. Aunque finalmente se me volvió a diagnosticar Lupus pero leve, para lo cual debo tomar cortisona y un antimalárico.
Fuera de estos impases, en los últimos seis meses me he reinventado y luchado contra los efectos de la medicina erróneamente recetada. Y la pregunta que suscita es: ¿Cómo y Por qué?
Empecemos por el primero, existe un principio de supervivencia en todas las especies, incluidas el ser humano y es bajo este principio que empezó mi lucha diaria pues comienza al abrir los ojos y querer levantarse de la cama y sentir que el cuarto con sus paredes y techo se te vienen encima, a veces simplemente los volvía a cerrar y seguía durmiendo y me daba tiempo para volver a intentar. El truco es volver a intentar y a eso lo llamo resiliencia, el hacer el esfuerzo por recuperar las fuerzas para hacer frente a los inconvenientes que nos aquejan. Esto viene acompañado con el porqué pues no hay resiliencia sin un propósito y ese en mi caso son mis hijos y familia, por ellos es la razón y motivación para seguir adelante.
En el libro de Viktor Frankl “En busca del sentido” se habla mucho sobre el sentido de la vida y sobre darle sentido a las cosas que nos suceden. Un ejemplo mencionado en el libro es que un señor fue a la consulta llorando la muerte de su esposa y con una simple pregunta realizada por Frankl el señor se fue liberado. La pregunta realizada fue “Qué hubiera pasado si hubieses sido tú el que hubieses muerto?” Inmediatamente él le dio sentido a su sufrimiento y se dio cuenta que le estaba ahorrando el sufrimiento a su esposa que tanto amaba.
Muchas personas vienen a mi consulta teniendo claro el cómo y por qué pero se traban en el camino y por eso no llegan al cómo, no logran visualizarse haciéndolo pues mantienen bloqueos mentales. Ya sean traumas en la infancia o problemas de índole interpersonales que reducen el raciocinio neutral y crean ideas irracionales en sus interacciones tanto con otras personas como con ellos mismos. En la terapia TREC (Terapia racional emotiva) se intenta eliminar o reducir estas ideas irracionales para que pueda con mayor facilidad llegar al cómo.
No es necesariamente fácil llegar a un nivel de resiliencia aceptable si anteriormente no lo has visto necesario. Aunque creo firmemente que todos tenemos diferentes niveles pues si no, no podríamos hacer frente a la vida. Recuerda que no es la vida sino como afrontas la misma y la actitud con la cual tu quieres asumirla.
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