Los reclutadores me odian
Me ha tocado presenciar cómo han dejado a candidatos más de dos horas en espera para un assessment center (dinámica grupal), y que la mayoría de personas no reciban ni un gracias por su participación ni mucho menos algún correo de seguimiento.
Aunque todo podría ‘reducirse’ a una carencia de tiempo, eso no es excusa para no tener una sencilla plantilla para dar gracias y enviar al convocado. No hay sensaciones más desagradables que la incertidumbre y la culpabilidad producto de pensar que no se es lo suficientemente apto para alguna posición.
Los reclutadores deberían tener más tino y proyectarse empáticamente a la situación que sobrellevan los candidatos, pues si bien aquellos sí tienen un trabajo, estos se encuentran temporalmente desempleados.
Cuando realizaba procesos de selección buscaba ser amable y mostrar siempre una sonrisa, pues es la mejor manera de conocer a alguien en realidad. Siendo arrogante lo único que se logra es que el entrevistado se ponga a la defensiva y empiece a inventar, al devenir nervioso.
He recibido muchas quejas sobre reclutadores, por eso, con estas líneas busco, en primer lugar, que ellos recuerden su esencia: servir a otros. No maltratar ni juzgar duramente. Que se acuerden que son remunerados para seleccionar a los candidatos más aptos para diversas posiciones, y no para mirarlos despectivamente, como un número o como un simple CV.
¡El candidato también es una persona! Y deben pensar ellos mismos en cómo quisieran ser tratados si no tuviesen empleo.
En segundo lugar, quiero llegar a ti, si eres postulante.
No esperes nada de los demás. Si crees que te contratarán solo porque te llamaron, no necesariamente sucederá. Considera ser carismático y empático; concéntrate en proyectar una imagen de seguridad. No te presentes vulnerable ni expectante de reconocimiento. Ten un locus de control interno para no echar la culpa a otros.
Asume tu responsabilidad, revisa cómo estás dando la entrevista y pregúntate por qué deberían elegirte. Si tienes la respuesta, lo más probable es que te distinga de los otros candidatos.
Por último, quiero proponer un ambiente de armonía entre los candidatos expectantes y quienes tienen la capacidad de decisión: los reclutadores. Busquemos hallar siempre una mejor comprensión a partir de la empatía.
Espero haberte ayudado.
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